Todos los días la rutina la sobrevivencia mezclado con el ansia del lujo y la competición con el vecino para ver quién tiene mejor auto, mejor casa, etc nos embarca en un vicio llamado adquisición, queremos todo lo mejor, el mejor celular, televisión, equipo de música, no nos importa hacer horas extras, no ver a nuestra familia muy seguido, no importa nuestra salud corporal ni mental, somos una especie de héroes para nosotros mismos, la mayoría de veces esta situaciones acaban en depresiones severas o rupturas familiares. ¿Realmente nos vale la pena este tipo de acciones? cada uno tiene su respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario